Muchos dicen “En España es imposible emprender”. Y yo te digo Blue Banana. Muchos dicen “En España los jóvenes no pueden innovar”. Y yo te digo Blue Banana. Muchos dicen “En España los Millenials no quieren currar”. De nuevo te digo, Blue Banana. Y aún muchos más afirman “Es imposible competir en España contra los gigantes locales de la ropa”. Y yo otra vez te digo: Blue Banana Brand. Estas aseveraciones, que se repiten hasta la saciedad por las tierras ibéricas, se estrellan contra tres palabras mágicas: Blue Banana Brand. Una marca que está rompiendo todos los paradigmas y que está demostrando que sí se puede emprender, que los jóvenes pueden constituir sus propios negocios y que el mundo de la moda no está ni lejos de estar saturado, cuando la innovación y el ingenio guían una marca. ¡Claro que se puede!
Juan Fernández Estrada y Nacho Rivera no suman entre los dos cincuenta años. Tienen veinte y pocos. Y al uno verles, no aparentan ser más que dos chavales normales, comunes y corrientes. Sin embargo, no podrían estar más lejos de eso. Estos dos chicos son los socios fundadores y hombres-orquesta detrás de Blue Banana Brand, una marca española de ropa que está irrumpiendo en el mercado con una voracidad feroz. Sus diseños son atractivos y tienen alma. Hay un estilo claro, definido, un elemento “Blue Banana” incuestionable en cada una de sus prendas. Y su estrategia de ventas ha capturado el corazón de los jóvenes a través de la herramienta más poderosa que existe hoy en día para posicionarse: las redes sociales. Nos reciben en su nave industrial, donde almacenan las prendas de ropa y preparan los pedidos que ya se distribuyen a toda España, a través de su tienda online, montada con Shopify.
¿Cuéntame de dónde viene Blue Banana Brand?
Juan: Pues Blue Banana Brand no tiene ninguna historia como tal detrás del nombre. Eso siempre nos lo preguntan y siempre les decimos lo mismo: no existe nada en particular por lo que hayamos elegido ese nombre. Simplemente buscábamos un nombre comercial y ese es el que más nos gustó. Es un nombre divertido que tiene mucho gancho y que nos ha funcionado muy bien, pero la historia no está detrás del nombre, sino del símbolo: de la X.
La X a la que se refiere Juan es el elemento de diseño imprescindible en sus prendas. Se encuentra en la espalda de las sudaderas, de los hoodies, en las mangas bordada en blanco o azul, en las etiquetas, en todo. Y hasta cierto punto, es el alma de Blue Banana.
Juan: La historia de la X es que el verano del primero de carrera, Administración y Dirección de Empresas, hicimos un interrail, que es un viaje en tren por diferentes ciudades de Europa, y en Ámsterdam nos tatuamos una X. Lo hicimos porque en el escudo de la Ciudad de Ámsterdam hay una X. Y entonces lanzamos la marca sobre eso y dijimos pues venga, la X va a ser nuestro logo y la razón por la que la gente nos va a reconocer en la calle.
¿Cuándo lanzaron al mercado a Blue Banana?
Juan: En enero de 2016 lanzamos la marca. Al principio lo que tenía de particularidad era que todas las camisetas eran personalizables, se podía personalizarla con 20 tejidos diferentes, ahora tenemos 2 o 3. Lo tuvimos que quitar porque logísticamente no era viable, no era escalable. Y además la gente valoraba dos o tres tipos de tejido.
El tema de escalabilidad de una idea de negocio es una de las lecciones más importantes que debe aprender un emprendedor. Sorprende ver lo rápido y lo bien que Juan y Nacho aprendieron este concepto clave. El mantener la capacidad de personalizar las sudaderas y prendas con más de 20 tejidos, aunque sumamente divertido y atractivo para el cliente, solamente era posible si ellos distribuían un número pequeño de prendas. Pero al crecer, el inventario se volvía inmanejable. Entonces los chicos se sentaron a evaluar si esto era verdaderamente necesario y descubrieron lo que la inmensa mayoría de los hombres y mujeres de negocios exitosos descubren: que no lo era. En realidad, midiendo los pedidos de sus clientes, Nacho y Juan aprendieron que únicamente dos o tres tipos de tela eran los que se pedían en grandes volúmenes. Cortaron pues las opciones de personalización y mutaron, por vez primera, su marca. Optimizaron recursos, innovaron, evolucionaron a Blue Banana.
Entiendo que al principio todo lo hacían a mano. La personalización también. Creo que tenían una modista aquí en Madrid que les cosía las prendas ¿Correcto?
Juan: Si. Nosotros le llevábamos todos los días las sudaderas y le decíamos, esta sudadera verde va con este tejido.
Nacho: Además esas primeras sudaderas se cosían de una a una, por lo mismo de que eran personalizables. Luego entonces decidimos llevar todo a Portugal porque no era escalable. No tenía sentido. Y no fue tanto una cuestión de volumen y de colapsar ante el volumen, porque lo paramos mucho antes de que eso pasara. Lo vimos venir. Fue una cuestión de darnos cuenta de que, aunque a la gente le gustaba mucho la personalización, al final no la valoraba tanto porque solamente pedían dos o tres tipos de tejido. Entonces decidimos quitarlo y dejar los tejidos que la gente de verdad valoraba y todos contentos. Eso nos permitió optimizar muchas cosas, por ejemplo, las primeras sudaderas de Portugal también venían sin la X, había que coserla aquí. Eso al estandarizar los tejidos, se pudo eliminar. Las prendas ahora vienen listas desde Portugal.
¿Qué se siente ser tan jóvenes y meterse en un mercado tan reñido en un país que es famoso por eso?
Nacho: A ver ¿Qué se siente Juan? - dice Nacho riendo -
Es evidente que entre los chicos hay una amistad y una complicidad enorme. Una fuerza motora que es la que ha hecho posible este tremendo éxito. Actualmente, su facturación casi alcanza el medio millón de euros.
Juan: Nosotros no nos sentimos muy presionados. Porque en realidad empezamos cuando estábamos empezando la carrera y de a poco. No fue una apuesta a todo o nada. De manera paralela mientras íbamos estudiando la carrera íbamos trabajando esto y no fue tanto el esfuerzo como tener que decir, oye voy a arriesgarlo todo, voy a dejar mi sueldo y me voy a meter a esto.
Nacho: Básicamente no teníamos nada que perder porque la inversión inicial fue mínima, apenas 2000 euros y 200 sudaderas. Y nosotros ya teníamos las expectativas y la confianza de que esto iba a salir adelante.
Esa confianza no se deriva de las fiebres de la juventud. Sino de un criterio férreo y claro como el cristal, sobre cómo se debe construir una marca hoy en día. En el fondo del despacho donde sostenemos la entrevista se observa una pizarra llena de datos, cifras y estrategias para las redes sociales. Blue Banana a través de sus dos cabezas, Nacho y Juan, siempre ha existido como un proyecto serio y bien pensado. En tiza de colores se observa la intencionalidad de hacer crecer la cuenta de Instagram, de buscar una promoción haciendo alianza con determinado influencer, de designar determinada cantidad de dinero a determinada acción, etc. Hay una estrategia entera pintada en ese pizarrón, tanto que por momentos parece más la sala situacional de un cuartel general militar, que un despacho de oficina. Estos chicos saben muy bien lo que están haciendo.
Marcando el ritmo desde las Redes
El éxito de Blue Banana Brand se debe en gran medida al uso acertado de las redes sociales. Y a esa genialidad de poder planificar, ejecutar y evaluar una estrategia de conversión de clientes desde las redes, que estos dos jóvenes empresarios - porque ya han demostrado ser más que emprendedores - han podido desarrollar de manera regular y consistente. Los chicos entienden cómo se construye una marca hoy en día a través de las redes sociales y sobre todo, entienden como monetizarla. Con un capital inicial de apenas 2000 euros, y con una estrategia clara que ellos definen como “hacer ruido” por las redes, Blue Banana ha ido creciendo orgánicamente, sobre la reinversión de sus ganancias, hasta convertirse en una empresa que puede ahora disputar su lugar en el reñido mercado español de la moda.
¿Qué planes tienen para Blue Banana en los próximos cinco años?
Juan: Bueno nosotros pensamos en lapsos de tiempo más cortos. Fíjate que ni siquiera llevamos aún cinco años. Ahora estamos con proyectos online de cara a un año. Nosotros siempre nos centramos mucho en el corto plazo. De aquí al año que viene nuestra idea es seguir creciendo online al menos a un 100%. Al día de hoy estamos haciéndolo a 140%. Y el año que viene buscamos abrir la primera tienda física.
Nacho: Sí, para nosotros los planes van año por año. Nos gustaría que en el 2020 en septiembre abrir nuestra primera tienda física. Hasta ahora todo ha sido online.
¿Y desde el principio usaron Shopify como solución de ventas online?
Juan: No. Hemos trabajado con bastantes plataformas online de venta. Empezamos online porque como teníamos tan pocos recursos para montar una tienda física, no era viable. Entonces decidimos abrir una cuenta de Instagram y montar fotos, ir creando la marca y generar tráfico, para luego derivar ese tráfico a la tienda online.
Nacho: Nuestra primera tienda online era muy básica, era super cutre, y con decirte que no tenía ni plataforma de pago. Luego nos cambiamos a una un poco más pro, que era Wish y luego Wordpress, con un módulo de venta, y luego ya por último en septiembre del año pasado nos cambiamos a Shopify.
¿Por qué el cambio? ¿Qué diferencia han notado con Shopify?
Nacho: Una de las razones principales por las que estamos con Shopify es su estabilidad y su facilidad. Como te dijimos, nosotros al principio teníamos muy pocos recursos y además no teníamos mucho conocimiento técnico de esto, porque estudiamos Administración de Empresas, y queríamos poder desarrollar la marca sin tener que contar con un especialista.
Una de las razones principales por las que estamos con Shopify es su estabilidad y su facilidad. Nacho Rivera, Blue Banana Brand.
Juan: Básicamente lo que nosotros sentíamos con Shopify es que nos dejaba dedicarnos a lo nuestro, a lo que de verdad importa, que era generar ruido, hacer la marca crecer y buscar construir. Sentíamos que podíamos dedicarnos a lo que de verdad importa, generar ruido y poner la marca de moda. Shopify nos daba todas las facilidades para que eso fuera el menor de nuestros problemas.
Nacho: En principio lo que queremos de una web es que nos de soluciones, que sea una web eficiente que muestre el producto pero que no nos consuma en mantenerla, que podamos dedicarnos a las cosas que hacen que vendamos más y poder dejar la parte técnica en una compañía que nos haga la vida más fácil. Y en ese aspecto Shopify nos da una enorme facilidad a la hora de subir los productos, pero sobre todo de tener los datos. Las cifras.
¿Y la gestión de la página, de la tienda online de Shopify, la hacen ustedes solos?
Nacho: Sí. No tenemos a más nadie, lo hacemos todo nosotros, tenemos una persona que nos toca un poco las plantillas, pero lo demás lo llevamos nosotros y una persona que es de nuestro equipo que no es programador sino que está estudiando marketing.
En su periplo por constituirse como marca, por facturar y por ser eficientes, los socios de Blue Banana han pulido su tienda online persiguiendo maximizar las conversiones, garantizar una atención personalizada al cliente y facilitando los mecanismos de pago. Para ello se han apoyado en un set up de Shopify que nos explica Nacho:
1. PushOwl (Notificaciones push)
2. PageFly (Una herramienta para la creación de landing pages)
3. Back in Stock (Nos ayuda a comunicar el restock de productos fácilmente)
4. Delivery Timer (Hemos aumentado la conversión dando una estimación de la fecha de entrega y un contador)
5. Weglot Translate (Traducción rápida y fácil de la web)
También han buscado optimizar los procesos de recuperar carritos, lanzar promociones y mandar notificaciones a los clientes.
Desde cero hasta el cielo
Blue Banana Brand nació con apenas 2000 euros y 200 sudaderas de inventario. Eso pareciera ser nada. Pero si se vende y deja margen, y si ese margen se vuelve a invertir coherente y sabiamente, el negocio comienza a tener una retroalimentación, un efecto de bola de nieve, que lo empuja inexorablemente hacia el éxito. ¿La clave de que la bola siga girando colina abajo? La venta online. Blue Banana es la prueba más clara del poder del e-commerce. Esta marca depende exclusivamente, de sus ventas online. Y sus socios lo saben. Para los fundadores de Blue Banana, la tienda online es su vida.
La tasa de desempleo en España ha sido, es y será, al menos durante los próximos diez años, un problema considerable e insolventable. Simplemente hay demasiada gente intentando entrar en el mercado laboral, en un país altamente industrializado que tiene pocos puestos de trabajo - precisamente porque opera con alta eficiencia tecnológica -, con una alta longevidad - cosa que hace que sea aún más difícil para los jóvenes encontrar una vacante -, y en un mercado global que cada vez más se “diversifica” haciendo que sea rentable y viable, para empresas en España, subcontratar servicios en India, Rusia, Angola o Ecuador. Por tanto, conseguir un empleo se convierte en muchos casos en una odisea de proporciones épicas para los jóvenes españoles. La tasa de paro entre los jóvenes no miente: aproximadamente el 30% de los jóvenes menores a 25 años de edad están en el paro. Para hacernos una idea de la magnitud del éxito de Blue Banana Brand, en un país donde casi 3 millones y medio de personas están en el paro, de los cuales un millón largo son jóvenes - eso es un tercio de los parados - Nacho y Juan han logrado abrirse un camino por cuenta propia, creando su propia fuente de ingresos.
Ustedes ponen mucho énfasis en la tienda online. Es lógico porque realmente esa tienda lo es todo para ustedes. Al no existir tienda física, dependen por completo de la plataforma de e-commerce, de Shopify en este caso. ¿Correcto?
Nacho: Sí. Por eso es muy importante para nosotros que la tienda online sea absolutamente estable. Y también que nos permita maximizar la rentabilidad, convertir ventas. Por ejemplo otra herramienta para nosotros clave es una app que les permite a los clientes, establecer de manera acertada su talla de vestir, para poder hacer los pedidos. Y para los pagos usamos Shopify Payments, antes estábamos con Money, pero hemos pasado a Shopify Payments porque funciona perfecto para el perfil de cliente que tenemos, que tiene un poder adquisitivo medio / alto y usan mucho los iPhones, los cuales se integran maravillosamente con Shopify Payments. Por último usamos Cangopal para la logística y también Secura, una startup española, para los pagos contra reembolso.
Shopify nos da una enorme facilidad a la hora de subir los productos, pero sobre todo de tener los datos. Las cifras.
¿Hay mucho volumen de venta por dispositivos móviles?
Nacho: Sí. El 75% de nuestras visitas son en móviles.
¿Y por día más o menos qué volumen gestionan con la tienda online?
Juan: Sacamos unos 50 pedidos por día. Pero luego en fechas clave, como Black Friday por ejemplo, se sacan pedidos que es una barbaridad.
Entonces es verdad que se está empezando a crear la costumbre en España de las fechas americanas para las rebajas y las ventas.
Nacho: Si, justo estábamos hablando eso el otro día. En noviembre y diciembre fueron las fechas que más vendimos. En esas fechas punto sacamos una barbaridad de pedidos al día. El 62% de la facturación del año pasado fue en los últimos tres meses.
Generalmente el emprendedor es una persona que ya ha pasado por ser empleado y que un día se decide a montar lo suyo. Sorprende mucho ver a dos chicos jóvenes, que nunca fueron empleados, meterse directo al emprendimiento y sobre todo en el mundo de la moda. ¿De dónde se les ocurrió la idea de vender sudaderas?
Juan: Nosotros siempre quisimos emprender. Inclusive por aquel entonces, cuando estábamos empezando la carrera y apenas teníamos 18 años, siempre quisimos montar nuestro negocio.
Nacho: Es que este tío es muy nervioso - afirma Nacho señalando a Juan y riendo. Razones no le faltan, Juan es una explosión de ingenio que apenas se puede contener: siempre mirando, siempre moviéndose, siempre pensando en algo. Nacho por su parte es el balance, un tío tranquilo, que inspira confianza y serenidad - y un día me dijo “Oye vamos a montar una marca de ropa” y me puse con él. Aunque éramos niños, bueno lo seguimos siendo pero ahí éramos muy niño, lo hicimos pensando en que si montábamos una marca era para un día estar aquí.
Juan: Montamos la marca online, lo pusimos de moda por Instagram y listo.
Ahí tienes el esqueleto de su éxito. Ese fue el modelo que les hizo posible Blue Banana, la esquemática. ¿Correcto?
Juan: Sí, pero lo que pasa es que no es tan sencillo, porque muchos lo tratan y muy pocos lo consiguen. Nosotros supimos desde siempre que no era tan sencillo, sabíamos que teníamos que diferenciarnos de la competencia de alguna manera y eso lo hicimos primero con la personalización y luego con la estrategia que seguimos en redes sociales. El ruido que creamos por Instagram. Como ves por las fotos de ahí - Juan señala a una pared llena de fotos que parecen postales del paraíso: lagos, colinas, playas y volcanes, siempre con un chico o una chica, usando las sudaderas de Blue Banana - le damos mucha importancia a los spots y a los mensajes de las fotos, a lo que queremos transmitir, de hecho nuestro slogan es “we make noise not clothes” y por eso hemos puesto tanto esfuerzo en la cuenta de Instagram.
¿Cuál crees que es la clave de vuestro éxito?
Juan: Yo creo que en nuestro caso, el éxito se basa en las maneras que hemos tenido. No en nuestro conocimientos ni en nuestro know how, sino en nuestra capacidad personal para intentar innovar, para hacer las cosas de una manera muy diferente de lo que hace el resto, y tener una estrategia en redes sociales que te haga aumentar muchísimo la visibilidad en forma muy rápida y que te diferencie del resto. Yo creo que la marca tiene que tener algo de valor, independientemente de la ropa, que la marca sea algo más que solamente ropa. Y estamos trabajando en ello con profesionales, para saber bien qué es nuestra marca, a qué queremos llegar con la marca. Los planes a futuro son seguir creciendo en la parte online y construir una marca de verdad, consolidada en el tiempo, que no sea una marca pasajera.
¿Qué consejo le darían a una persona que intente emprender en España, desde su experiencia como emprendedores exitosos?
Juan: Yo le diría que esperase a tener claro el proyecto que quiere lanzar. Que no se lance la piscina sin tener nada sólido. Porque si él no lo tiene claro es muy difícil que otro se lo crea. Y por otro lado pasión porque si no es un tema que te apasione, muy difícilmente podrás dedicarle el compromiso que requiere, y por último sentido común.
Nacho: Yo un poco parecido a lo que ha dicho Juan, que tenga las ideas claras desde el principio que ponga muchas ganas en el proyecto y que sea personal, porque esto de emprender es algo muy tuyo, y por último trabajo, nunca rendirse. Jamás rendirse.
Nacho y Juan sonríen todo el tiempo. Sonríen porque están triunfando, sonríen porque lograron levantar una marca que vende miles de prendas con apenas 2000 euros de capital inicial y muchísima cabeza. Sonríen porque están triunfando en lo que aman, haciendo lo que soñaron, siguiendo su propio camino. Su historia es una prueba viviente de que sí se puede construir un negocio online propio y rentable. Blue Banana Brand es la X en la casilla del éxito, y una faro guía para todo aquel que piensa emprender con negocio online desde cero, con poco capital aspirando algún día convertirlo en su modo de vida.
Nota: Fotos y video cortesía de Blue Banana Brand.
Publicado por Pablo Golán, editor en jefe del blog de Shopify en español y responsable de marketing de contenidos y localización para España y Latinoamérica.
Redacción: Frank Calviño, escritor y periodista, especializado en el mundo de la comunicación corporativa, marketing online y la opinión pública.
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