Registrar una marca en España: guía completa

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Registrar tu marca es un paso fundamental si quieres sacar un producto o un servicio al mercado. Si non lo haces, puedes desembocar en graves problemas legales y económicos para tu empresa

En este artículo te explicaremos por qué es importante que registres tu marca y, lo más importante, te contaremos cómo registrar una marca en España de forma sencilla y segura.

Para ayudarte a realizar este proceso de forma sencilla y segura, hemos estructurado el contenido en tres pasos simples para que puedas realizar el registro de tu marca. ¡Comenzamos!

Cómo registrar una marca en España

Lo primero y fundamental antes de elegir una marca y proceder a su registro es constatar que la marca no está ya registrada y, por lo tanto, no va a infringir derechos de marca de otros competidores.

A continuación, vamos a repasar el proceso de registrar una marca en tres pasos.

1. Verifica la disponibilidad de la marca

Antes de lanzar tu marca al mercado, es fundamental asegurarte de que sea única y no infrinja los derechos de terceros. Comienza por realizar una búsqueda exhaustiva en las bases de datos oficiales de marcas, tanto a nivel nacional como internacional. Esto te permitirá verificar si ya existe una marca similar a la tuya y evitar futuros problemas legales.

¿Por qué es tan importante esta búsqueda? Imagina que inviertes tiempo y dinero en desarrollar tu marca, solo para descubrir más tarde que alguien más ya la ha registrado. Esto podría significar tener que cambiar tu nombre o logotipo, lo cual sería un gran revés para tu negocio.

¿Dónde buscar? Aunque existen herramientas gratuitas como TMView, te recomendamos que encomiendes esta tarea a un profesional. Ellos cuentan con la experiencia y los conocimientos necesarios para realizar una búsqueda exhaustiva y detectar posibles riesgos. No te conformes con buscar en Google o verificar la disponibilidad del dominio. Debes explorar las bases de datos oficiales de marcas, tanto en España como en la Unión Europea y a nivel internacional.

¿Qué debes buscar? Además de buscar marcas idénticas, debes estar atento a marcas similares que puedan generar confusión en el consumidor. Esto incluye marcas que tengan un nombre, logotipo o concepto similar al tuyo, especialmente si se utilizan para productos o servicios similares.

Una vez que hayas verificado la disponibilidad de tu marca, podrás iniciar el proceso de registro. En España, el trámite más sencillo y económico es hacerlo de forma online a través de la sede electrónica de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). Es fácil si tienes el certificado electrónico de la FNMT, por ejemplo.

¿Quieres expandir tu marca más allá de España? Te ofrecemos información detallada sobre el registro de marcas en México y Estados Unidos.

2. Presenta la solicitud de registro

Para registrar tu marca en España a través de la sede electrónica de la OEPM, sigue estos sencillos pasos:

1. Accede a la sede electrónica de la OEPM: Una vez dentro de la plataforma, encontrarás una amplia variedad de trámites relacionados con la propiedad industrial.
2. Localiza la solicitud de marca: Busca la opción que especifica "Solicitud de marcas, nombres comerciales y marcas internacionales". Este es el punto de partida para iniciar el proceso de registro de tu marca.
3. Completa el formulario: Al hacer clic en la opción anterior, se abrirá un formulario que deberás rellenar con toda la información requerida. Esta información incluye datos sobre tu marca (nombre, logotipo, etc.), los productos o servicios a los que se aplicará y tus datos personales. Presta especial atención a cada campo para evitar errores que puedan retrasar el proceso.
4. Realiza el pago de las tasas: Una vez que hayas completado el formulario, deberás abonar las tasas correspondientes al registro de tu marca. El importe de las tasas variará en función del número de clases de la Clasificación Internacional de Niza en las que deseas registrar tu marca. Te recomendamos realizar el pago de forma anticipada para agilizar el trámite. Puedes hacerlo a través de tarjeta de crédito, mediante la pasarela de pago de la Agencia Tributaria (AEAT) o utilizando la pasarela de pagos de los bancos autorizados.

¿Por qué es recomendable realizar el pago previo? Al abonar las tasas antes de enviar la solicitud, te aseguras de que el trámite se inicie de forma inmediata. Además, evita posibles retrasos causados por problemas con el pago.

Recuerda: Aunque el proceso de registro de marca a través de la sede electrónica de la OEPM es bastante intuitivo, siempre puedes consultar las guías y tutoriales disponibles en la página web de la OEPM para resolver cualquier duda. Si prefieres contar con asesoramiento personalizado, te recomendamos que te pongas en contacto con un abogado especializado en propiedad industrial.

3. Espera la resolución de la OEPM

Una vez que hayas presentado tu solicitud de marca ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), comienza un proceso de evaluación que determinará si tu marca puede ser registrada. Este proceso consta de los siguientes pasos:

• Examen formal: La OEPM llevará a cabo un examen exhaustivo de tu solicitud. Se verificará que tu marca cumple con todos los requisitos legales establecidos y que no infringe los derechos de terceros, como otras marcas ya registradas o nombres comerciales. Este examen puede tardar varios meses.
• Publicación en el Boletín Oficial: Si tu solicitud supera el examen formal, tu marca será publicada en el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial. Esta publicación tiene como objetivo dar a conocer a terceros la existencia de tu solicitud de registro y permitirles presentar posibles oposiciones si consideran que sus derechos están siendo vulnerados.
• Plazo para presentar oposiciones: Durante un periodo determinado, cualquier persona física o jurídica podrá presentar una oposición a tu solicitud de registro. Las oposiciones se suelen basar en argumentos como la similitud con otra marca, la confusión que podría generar en el consumidor o la falta de distintividad de tu marca.
• Resolución de las oposiciones: Si no se presenta ninguna oposición o si las oposiciones presentadas son rechazadas, la OEPM procederá a otorgar el registro de tu marca. En caso de que se admita una oposición, tendrás la oportunidad de presentar alegaciones para defender tu solicitud.
• Otorgamiento del certificado de registro: Una vez resueltas todas las posibles oposiciones, la OEPM te emitirá un certificado que acredita que eres el titular legítimo de la marca registrada. Este certificado tendrá una validez de 10 años a partir de la fecha de presentación de la solicitud.
• Renovación del registro: Para mantener los derechos sobre tu marca, deberás renovar el registro cada 10 años. La renovación se realiza mediante el pago de las tasas correspondientes.

¿Qué diferencia hay entre registrar una marca y un nombre comercial?

Mucha gente confunde las marcas y los nombres comerciales, o se refiere a su nombre comercial cuando, en realidad, se quiere referir a su marca.

Lo cierto es que ambos están regulados en la Ley de Marcas. Son dos cosas diferentes desde un punto de vista legal. Aunque en la práctica presentan muy pocas diferencias:

Una marca

Es un signo que sirve para distinguir los productos o servicios de una empresa de los de otras.

Ese signo puede ser una palabra o conjunto de palabras (por ejemplo, Shopify), un dibujo (un logotipo, una figura), un color, una forma, un sonido…

Un nombre comercial

Es un signo que identifica a una empresa en el tráfico mercantil y que sirve para distinguir las actividades de dicha empresa de las de otras.

¿Y cuáles son sus diferencias?

La Ley de Marcas establece una distinción clara entre marcas y nombres comerciales, aunque esta diferencia puede parecer sutil para aquellos que no están familiarizados con la materia. En esencia, las marcas se utilizan para distinguir productos o servicios en el mercado, mientras que los nombres comerciales sirven para identificar las actividades empresariales.

Sin embargo, esta distinción formal no implica una diferencia sustancial en términos de protección legal. Tanto los titulares de marcas registradas como los de nombres comerciales registrados gozan de los mismos derechos exclusivos sobre sus signos distintivos. Es decir, ambos tienen el derecho a impedir que terceros utilicen signos idénticos o similares que puedan causar confusión en el mercado.

A pesar de esta igualdad en cuanto a protección, existe una razón importante para preferir registrar una marca: el sistema de registro de marcas es más uniforme a nivel internacional, mientras que el registro de nombres comerciales puede ser más complejo y costoso.

A lo largo de este artículo nos referiremos a las “marcas” con carácter general, incluyendo también los nombres comerciales.

La clave en ambos casos está en que el signo que utilizamos para distinguir nuestros productos o servicios sea lo suficientemente distintivo para diferenciarlos de los de la competencia.

Una marca debe tener distintividad: debe ser capaz de sugerir o evocar al consumidor un origen empresarial detrás del nombre de ese producto o servicio

Por eso se prohíbe como norma general el registro de marcas genéricas, descriptivas, engañosas, o que no tengan ese mínimo de capacidad diferenciadora.

Por ejemplo, no es posible registrar la palabra “panadería” y prohibir a otros utilizarla, ya que es una palabra de uso generalizado que debe estar a disposición de todos.

¿Qué gano al registrar mi marca?

El registro de marca comercial concede a su titular un derecho de exclusiva, un monopolio, una verdadera propiedad.

Con ciertas particularidades, el registro de marca otorga los mismos derechos, por ejemplo, que los que tiene el propietario de un coche:

• El propietario puede venderlo, alquilarlo, y decidir quién lo usa y quién no. Con las marcas registradas pasa, en esencia, lo mismo.
• Los derechos que tiene el propietario de una marca registrada pueden verse como la doble cara de una moneda: por un lado, tiene un derecho exclusivo para usar ese signo (palabra, logotipo, combinación de ambos, etc.) en relación con los productos y servicios registrados y en el territorio donde lo haya hecho. Es decir, es el único que legalmente puede usarlo.
• Por otro lado, tiene un derecho excluyente: puede prohibir que cualquiera utilice ese signo (u otro similar con el que pueda causar confusión) para productos o servicios iguales o semejantes.

Tener una marca registrada implica tener una presunción legal de propiedad sobre ese nombre o logo.

¿A qué me arriesgo si no registro mi marca?

Si vendes productos u ofreces servicios sin tener tu marca registrada, te expones a que otra persona con una marca registrada idéntica o parecida a la tuya te prohíba que la uses.

En ocasiones, puede incluso exigir una indemnización económica por el uso que de la marca en los últimos 5 años, si la marca anterior lleva al menos ese tiempo registrada.

Según la Ley de Marcas, la cuantía mínima de esa indemnización es siempre del 1% de la cifra de negocio (facturación) Y la cuantía máxima puede ascender hasta el beneficio total (ingresos menos gastos) obtenido en los últimos 5 años.

Es decir, si no tienes tu marca registrada, puedes tener graves problemas, por lo que este es un paso bastante recomendable en el desarrollo de un negocio y en la estrategia de posicionamiento.

Las empresas de éxito destinan siempre partidas presupuestarias a la protección de sus activos intangibles, entre los que se encuentran sus marcas.

¿Dónde se debe registrar una marca?

Para registrar una marca en España, hay que acudir al organismo competente. En este caso, el único organismo en España es la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM).

Es común creer que el simple uso de una marca en el mercado, sin necesidad de registrarla, es suficiente para obtener protección legal. Sin embargo, esto solo es cierto en casos muy excepcionales. Para tener una protección sólida y efectiva, el registro de una marca es imprescindible.

Hay una excepción: cuando una marca se ha vuelto tan famosa y reconocida por el público que se considera "notoriamente conocida". Esto significa que la marca ha adquirido un reconocimiento tan alto que el público la asociará exclusivamente con sus productos o servicios, incluso sin estar registrada. Sin embargo, demostrar este nivel de notoriedad es difícil, al igual que alcanzarlo, algo que nadie puede garantizar cuando comienza una actividad empresarial.

¿Se pueden registrar marcas en más de un país a la vez?

En ocasiones, sobre todo cuando se trabaja en la Unión Europea, puede ser interesante registrar una marca en más de un país. De hecho, a través de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) se pueden registrar marcas en los 27 países de la UE, en un único proceso y con un único registro.

El proceso es más caro que el de un registro de marca nacional; pero no es, ni mucho menos, 27 veces más caro. A poco que se tenga interés en proteger los intereses en tres o cuatro países de la UE, el registro de marca europea puede ser una buena opción.

A diferencia de lo que mucha gente piensa, no existe ningún procedimiento para registrar una marca en todos los países del mundo a la vez, ni ninguna institución oficial que lo haga.

Sí existen procedimientos que facilitan las estrategias de protección a nivel internacional, como sucede, por ejemplo, con la Unión de Madrid.

España, al igual que otros muchos países, forma parte de este convenio que permite designar varios países a la vez en un único proceso (gestionado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual), pero que requiere antes:

• El registro de una marca de base en alguno de los países del convenio
• El pago de unas tasas relativamente elevadas en función de los países que se escojan

Para los países que no son parte del convenio, la única opción es hacer registros nacionales en cada uno de ellos. Por desgracia, registrar en todos los países del mundo está al alcance de muy pocas empresas multinacionales, y el coste puede ser muy elevado. A la hora de trazar una estrategia de protección internacional, el asesoramiento de un especialista es clave.

¿Cuánto cuesta registrar una marca?

El coste del registro de una marca en España se realiza solo una vez, y depende de dos factores:

• El territorio en que se quiera proteger
• Y los productos o servicios que se quieran cubrir

Los registros de marca se solicitan conforme a una clasificación internacional de productos y servicios, armonizada en casi todos los países del mundo, llamada Clasificación de Niza.

Esta clasificación ordena los principales productos y servicios que pueden encontrarse habitualmente en el mercado en clases o “grupos”, numerados del 1 al 45. Las clases 1 a 34 son de productos y las clases 35 a 45 son de servicios.

A mayor número de clases que se quieran proteger, mayor será el precio. Es recomendable revisar muy bien toda la clasificación y ubicar los productos y servicios que vayamos a distinguir con nuestra marca en las diferentes clases.

Esto es útil a la hora de hacer una solicitud de registro coherente con las actividades que vayamos a desarrollar y que queremos proteger.

Siempre es recomendable ponerse aquí en manos de un profesional (un Agente Oficial de la Propiedad Industrial o un abogado especialista en derecho de marcas) para hacer correctamente esta elección de clases.

Puede pensarse que cubrir más clases es lo recomendable porque va a ofrecer una protección más amplia, pero no siempre es así:

• El titular de una marca está obligado por ley a utilizarla para los productos y servicios para los que ha sido registrada.
• Si, transcurridos 5 años desde su registro, la marca no está siendo utilizada de manera efectiva y real para los productos y servicios que cubre, queda sujeta a una posible caducidad por falta de uso.
• Esto quiere decir que cualquier tercero puede impugnar ese registro por no estar, aparentemente, siendo utilizado; y el titular de la marca quedar obligado a acreditar ese uso.
• Si ese es el caso y no se puede probar el uso para todas las clases elegidas, la inversión que se ha realizado en registrar dichas clases ha podido ser inútil.

Recuerda: Lo recomendable es escoger bien en la solicitud las clases de productos o servicios que sí se van a usar a corto o medio plazo.

Te recomendamos hacer una lista lo más amplia posible de esos productos o servicios dentro de esa clase. Pero no extender a más clases no relacionadas con tu actividad por el simple hecho de creer que pienses que vas a tener así más protección.

En el caso del registro de una marca en España, si la marca se solicita a través de Internet, las tasas serán diferentes que si la solicitud se hace en persona.

En cualquier caso, estas tasas varían de forma anual, generalmente ligada al IPC o a otros indicadores económicos, por lo cual se debe consultar la web oficial de la OEPM para ver los precios actualizados.

A ello habrá que añadir los honorarios del profesional en cuyas manos nos hayamos puesto para el asesoramiento y registro, si fuera el caso.